jueves, 7 de abril de 2011

Los rebeldes libios comienzan a exportar petróleo para financiarse

Los insurgentes vendieron el crudo extraído de los pozos que controlan, pero Ghadafi bombardeó los yacimientos e interrumpió la producción. Continúa la polémica entre la OTAN y los sublevados por la efectividad de los ataques.
 

El petróleo se convirtió ayer en el principal protagonista del conflicto armado que se desarrolla en Libia, cuando un buque cisterna zarpó del puerto de Tobruk, controlado por los rebeldes, con el primer cargamento de crudo para la exportación procedente de los pozos en poder de los sublevados. Pero la mejor fuente de financiamiento de los opositores quedó rápidamente interrumpida: tras tres días de ataques, las fuerzas de Muammar Ghadafi detuvieron la extracción en los yacimientos petroleros del este del país.
Antes de que comenzara el conflicto, Libia era el tercer país productor de crudo de África. Su exportación ascendía a los 1,6 millones de barriles diarios.El destino del petrolero es todavía una incógnita ya que los rebeldes no precisaron a qué país fue destinada su primera exportación. Algunos países reconocieron al Consejo Nacional Transitorio (CNT) como el gobierno legítimo de la zona oriental de Libia, entre ellos Francia, Qatar e Italia. En principio, solamente alguno de los países que reconoce al CNT podría comprar su crudo sin miedo a verse envuelto en un conflicto legal o de otro tipo. Sin embargo, los rebeldes pueden también vender su petróleo a cualquiera que esté dispuesto a comprarlo, como ocurre con el comercio de armas o cualquier otra mercancía.
Los rebeldes tienen dificultades para financiar la compra de armas, así como las necesidades logísticas y de organización de una administración incipiente, y la exportación del petróleo representa una fuente de ingresos fundamental.
Pero la producción quedó trunca a raíz de un ataque de las fuerzas de Ghadafi. Según testigos de la oposición, bombardearon un campo de petróleo en la región de Awjilah que pertenecía a la compañía que está de parte de los rebeldes.
En tanto, la OTAN respondió a las críticas manifestadas el martes por los grupos armados adversos al gobierno de Ghadafi, quienes acusaron a la Alianza Atlántica de “dejar morir a los habitantes de Misurata”. Por eso, la OTAN ratificó que las operaciones militares están orientadas a la “protección de civiles”, con “prioridad” en Misurata, donde aclaró que la tarea es más difícil por el supuesto uso de “escudos humanos” atribuidos a los seguidores de Ghadafi.
“La OTAN no ha hecho hasta ahora más que pedir excusas porque dice que no puede atacar a las tropas de Khadafi ya que estas se encuentran en la ciudad y hay riesgo para los civiles”, afirmó el principal portavoz rebelde, Mustafá Geriani. “Pero nuestra pregunta es por qué no atacan la línea de suministro a las tropas, allí no hay civiles y no hay riesgos para la alianza en este sentido”, añadió.


En tanto, en el frente oriental los rebeldes aseguraron haber recuperado posiciones en torno al enclave petrolífero de Brega, donde el martes las fuerzas de Ghadafi habían avanzado considerablemente hasta llegar a pocos kilómetros de la estratégica ciudad de Ajdabiya. Testigos en las posiciones de combate indicaron, sin embargo, que la línea del frente continúa situada entre 15 y 20 kilómetros al oeste de Ajdabiya, un nudo de comunicaciones clave cuya conquista permitiría de nuevo a los khadafistas volver a aislar Benghazi

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